Mexicana, y sí como dicen por ahí, si no hubiera nacido en este hermoso país, seguramente me hubiera hecho mexicana porque así somos, nacemos donde se nos da la gana, pero a México siempre se le lleva en el alma y en el corazón.
Estudié en un colegio de muchas normas, de mucho rigor y mucha estructura, pero no te asustes… por algo me formé así, los beneficios han sido cuantiosos, pero hay límites que hasta hoy estoy aprendiendo a romper.
Soy Mercadóloga, Comunicóloga y toda mi experiencia laboral ha sido por 16 años en Recursos Humanos, no me formé como laborista, ni psicóloga, ni relacionista industrial, pero la vida me trajo a este camino para aprender de la gente y esa ha sido mi mayor experiencia; quizás esa fue una de las tantas razones que me llevó a unirme a Semiología de la Vida Cotidiana, entender a las personas y entenderme a mí.
Y lo que yo viví en los cursos de fin de semana, fue revelador, el primer curso 1 de verdad que yo me veía mí misma transmitiendo este mensaje, llevándolo a más personas y 12 años después este camino esta ahí, abierto para que tú me leas a través de estos soportes, de esta voz que ha despertado y no pienso callar, las letras que brotan, las palabras que hablan y las almas que habrán de brillar.
Finalmente, lo último académico que he cursado, ha sido un Diplomado en Desarrollo Organizacional, porque así como las organizaciones, las personas evolucionan y ahora sólo puedo decirte, olvídate de los títulos no quiero decirte los grados escolásticos porque soy inquieta mental, una completa “Racional”, el día que deje de estudiar, es porque me tocó trascender. Pero, me falta adicionar la carta principal por la quiero que me recuerdes, que sí, he estudiado muchas cosas, pero la principal es poder estudiarme a mí, a través de la Certificación como Consultora y Comunicadora en Semiología de la Vida Cotidiana, motivo por el cual hoy me encuentro aquí.
Con todo mi Ser,
Alma.